¿Qué tienen de particular las tortas de Pu-Erh?

El té Pu erh empezó a coger fama cuando se ofrecía como presente al emperador que gobernaba en ese momento; las largas distancias hicieron que el té se prensara en tortas para facilitar su transporte y evitar la oxidación.

Con el paso del tiempo, aquellos que lo prensaban se dieron cuenta de que al dejar el té en un espacio húmedo y cálido, este se oxidaba y desarrollaba su propio aroma. Al haberlo modificado de esta forma, su precio aumentó puesto que se convirtió en un té de elaboración única. 

NO TODAS LAS TORTAS DE PU ERH SON IGUALES: 

En este particular procesamiento del té, surgieron dos tipos: pu-erh sheng y pu-erh shou, aunque de primeras pueda resultar confuso, la diferencia es el tipo de fermentación. Sheng no se fermenta de forma artificial antes de prensarlo en tortas, mientras que Shou sí que se fermenta de forma artificial para acelerar el proceso de envejecimiento. Las diferencias se aprecian en el color de las hojas o de la infusión resultante, en sus sabores muy diferentes entre sí, y en la forma y el tamaño de las hojas (como puedes observar en la foto, el número 1 es sheng y el 2 shou).

Esta forma de procesar las tortas sólo se elabora en las calidades más altas del Pu-erh, puesto que son las que se envejecen durante años en un entorno controlado de temperatura y humedad cambiantes. 

SHENG PU-ERH: 

Además de ser la versión cruda y tradicional de torta de té, es el que tiene la mayor historia de los dos tipos. Comenzó a ser transportado desde la dinastía Tang (618-907), que fue la misma época en la que se descubrió que su envejecimiento mejoraba el sabor y la calidad.

Su proceso de elaboración se basa en varios pasos: se recogen, se encogen, se marchitan, se calientan para retrasar la oxidación y, por último, se secan al sol. Su fermentación se lleva a cabo entre 40 y 50 días de forma natural. El proceso termina cuando se prensan las hojas y  se obtiene un té sin terminar que se llama mao cha, que acaba prensado en distintas formas y tamaños.

Para que el pu-erh sheng alcance su madurez completa se envejece en ciclos de 5 a 7 años, tarda un total de 50 años en completar el proceso, de ahí que esta variedad sea la más cara de todas (aunque te aseguro que es prácticamente imposible encontrar hoy día un Pu erh tan viejo). Una vez envejecido, su resultado en taza puede variar de un color suave a uno más oscuro dependiendo del tiempo de envejecimiento, y, aunque parecen similares, se diferencia del shou por su complejidad en el sabor.

SHOU PU-ERH:

El pu-erh shou es un té que se le conoce como “cocinado”, se fermenta de forma artificial, haciendo que sus hojas adquieran una alta temperatura que es lo que le otorga el nombre al té. Para conseguir esta temperatura, se amontonan y se calientan haciendo que conserven más tiempo el calor, así es como “se cocinan” las hojas. 

El proceso de fermentación artificial es el último paso de un proceso idéntico al pu-erh sheng. Una vez terminado el fermentado, se humidifica, se prensa en forma de tortas y se madura de nuevo, en este caso, entre 2 y 5 años. El resultado es un té con sabor amaderado y terroso que se puede infusionar hasta tres veces, (hay quien saca muchas más infusiones) con un color muy oscuro y profundo en taza.

Esta elaboración se desarrolló a finales de los años 60 y la primera venta oficial de este té fue en el año 1973. Lo que querían mostrar las fábricas de té era el efecto del tiempo en un té crudo mediante la fermentación artificial en hojas, al no funcionar como esperaban, al final se creó una nueva subcategoría de té. 

En La Colonial de Ultramar sabemos que lanzarse de primeras a probar una torta pu-erh puede ser complicado, por ello disponemos de varias opciones, Sheng y Shou para que empieces por la variedad que más te guste, en cosechas que se desarrollaron entre 2015 y 2018, provenientes de Yunnan. Incluso si te es complicado empezar por una de las tortas más grandes, tenemos el mini toucha Pu erh que son piezas pequeñas, casi de tamaño individual.