Cuando se recolecta este té, sólo se recoge la hoja Souchong: más madura, las hojas más grandes de las partes bajas de los arbustos de té. Después de la fermentación, estas hojas se ponen en cacerolas de hierro calientes o placas de hierro y se calientan por un corto tiempo, y luego el té se ahúma en cajas de maderas exóticas ricas en resina. (sigue abajo...)
Lapsang Souchong; atrévete a probar el té ahumado.
Cómo un té con este olor a humo se ha convertido en un clásico que genera tanta adicción.
En La Colonial de Ultramar llevamos más de 18 años proporcionando una amplia variedad de té,
para que podáis tener variedad de elección y no quedaros sólo con un té. Si hay algo que nos
preguntáis a menudo, es por el Lapsang Souchong. Se trata de un té negro clásico, con una nota
diferenciadora, el olor ahumado y el sabor amaderado. Para que comprendáis lo peculiar de sus
características, aquí os contamos su origen y la mejor forma de prepararlo.
Un poco de historia:
El Lapsang Souchong es un té cuyo origen se ubica en China, en la región de Fujian. Este se
cultiva entre por encima de los 1000 msnm, hasta casi los 2000. Su nombre significa que es
ahumado (Lapsang) y el tipo de hoja que se utiliza para elaborarlo (Souchong); que en este caso
se hace con la segunda y tercera hoja de la planta, dichas hojas no tienen tantos aroma ni cafeína
como las que están más cerca de los brotes.
Su origen no está confirmado del todo y se basa en hipótesis. La más solida expone que este té
apareció en la dinastía Qing, durante la cual se interrumpió la producción y el secado de hojas del
té. Debido a que la demanda seguía en aumento, decidieron acelerar el proceso de secado de las
hojas no sólo con aire sino también poniendo las hojas encima del fuego de la madera de pino.
La segunda hipótesis establece que el proceso de ahumado se usaba como método de
conservación para que el té resistiera los largos viajes hasta Europa cuando los holandeses
empezaron a importarlo. En aquel momento, se consideraba una medicina y se vendía como tal
en las farmacias (asegurando que esta bebida protegería al cuerpo de cualquier enfermedad),
aunque, más tarde, los ingleses adaptaron el té como una bebida social para su cultura. Además
era considerado como el té favorito de Winston Churchill y el del famoso personaje Sherlok
Holmes.
Con el paso del tiempo se demostró que este té ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares
y nivela la presión arterial, al ser un producto bajo en cafeína. Fortalece el sistema inmunológico,
ayuda a disminuir el colesterol, es un buen diurético y, además, al tener un alto contenido en flúor,
previene caries y enfermedades de las encías.
Cómo se hace el Lapsang Souchong:
Una vez recolectadas las hojas Souchong y concluida la fermentación, se ponen en cacerolas de
hierro o en placas donde se calientan durante un breve tiempo. Mas tarde, el té se ahúma sobre el
fuego de madera de pino o cedro, o en cajas ricas en resina. Este proceso puede tomar desde las
8 hasta las 10 horas, gracias a esta duración el té adquiere ese aroma a cenizas. El resultado final
son hojas más gruesas y negras, por ello la infusión posee un color que oscila entre rojo y ámbar
oscuro, muy brillante, con un sabor amaderado y terroso
Dependiendo del tiempo de ahumado, podemos tener un té u otro. Nuestro Lapsang Souchong
tiene una gran hoja de color negro-grisáceo y una nota fuerte de humo. El sabor es ahumado y
picante. Pero también existen la variedad Tarry Souchong (más fuerte de sabor) y el Xiao Zhen-
Shan Zhong (artesanal, ahumado en frío y de mayor calidad).
Prepara el Lapsang Souchong en casa:
La elaboración de este té no dista mucho de la de un té negro normal. Ponemos la cantidad de
agua que estimemos para nuestra taza a hervir. Una vez hervida, añadimos una cucharada de
postre para una taza normal, o, una y media para una taza tipo mug. Lo dejamos infusionar.
Para todos nuestros tés negros recomendamos 4 o 5 minutos, pero el tiempo de infusión es un
poco más a gusto de cada uno, realmente cuanto más lo dejemos infusionar más sabor tendrá al
final. Tampoco hay que excederse puesto que demasiada exposición podría sacar la parte más
amarga y astringente del té. Sino sabes muy bien que tiempo emplear puedes fijarte en el tono de
la taza, si es rojo o ámbar significa que el té está listo para tomar. Recomendamos tomarlo solo,
ya que la leche podría disminuir su peculiar sabor.
Si tienes más dudas, siempre puedes acercarte a nuestra tienda y consultarnos, estaremos
encantados de recomendarte una forma de preparar el té que se adapte a tus gustos para
disfrutar de esta peculiar variedad.