La Colonial de Ultramar y el movimiento Zerowaste
...o cómo hacer algo por el planeta comprando a granel.
En este nuestro querido blog de la Colonial de Ultramar hemos hablado muchas veces de tipos de tés, de cafés, de la calidad de todos nuestros productos (que nuestra clientela constata) pero la calidad no es todo lo que destaca de nuestros tés, infusiones, rooibos, cafés, cacao… otra gran cuestión a destacar es que ¡son a granel!
Parece que negar que todo esto del cambio climático va en serio es tan arriesgado como afirmar que la tierra es redonda. Los océanos los tenemos tan llenos de residuos que ya no queda otra que empezar a reducir el uso de plásticos y cualquier persona que se haya iniciado en todo esto de (intentar) vivir sin plástico o del cero residuos (o zero waste que le llaman allende los mares) sabe que empezar a consumir productos a granel es uno de los pasos clave.
La ventaja del granel es que en lugar de comprar una caja de té que venga envuelta en un plástico (como mínimo), con 15 bolsitas de té individuales “de papel”, que a su vez van envueltas en más plástico, con una grapa, una cuerda y a saber qué más (que para rizar el rizo probablemente tengan un sabor asqueroso) o un paquete de café molido (a saber cuándo y cómo) con veinte mil capas de plástico (y eso por no hablar del retroceso medioambiental de las cápsulas), en lugar de eso, estaréis consumiendo productos de la mejor calidad, más frescos y económicos y con el mínimo envase, tan mínimo, tan mínimo que, si queréis, el envasado puede desaparecer.
No… no os estamos diciendo que os llevéis el café en los bolsillos, el té en las manos, o en el sombrero, por favor, no trataríamos nunca así de mal a nuestros productos, pero lo que sí se puede hacer es intentar evitar las bolsas que, en la mayoría de los casos solamente van de la tienda a la lata o el tarro en la que envasáis el té o el café o el cacao (y si no lo hacéis, empezad a hacerlo, porque es como mejor se conserva y es mucho más cómodo que andar abriendo y cerrando bolsas).
Desde luego ya son muchas las personas que han dado el cambio y, a pesar de la incomodidad que supone a veces, vienen con sus propios recipientes, otras que al ver a alguien hacerlo se animan también, y otras muchas que han llegado a La Colonial de Ultramar buscando productos a granel con la sola idea de vivir sin plástico y se han dado cuenta que además del planeta, lo agradecen sus paladares. Queremos animar a que cada vez haya más gente que lo haga pues muchas veces al verlo hay quien comenta que simplemente no se les había ocurrido, ¡fíjate que tontería!
¿Y qué pasa si te olvidas de traer tus recipientes o si has pasado por aquí de repente? no hay problema, si te olvidas de traerlo, siempre nos lo puedes decir, porque solemos tener bolsas grandes en las que vienen nuestros productos y que, siempre que no afecte al sabor de los productos, podemos reciclar (vale, no son tan bonitas, pero ¿acaso no son bonitas las tortugas en océanos limpios?).
Y si compras en la tienda online, dínoslo, porque nos encantará hacerlo también con los pedidos e intentar reducir al máximo los residuos (¡y estaremos felices de recibir sugerencias para mejorar cada día más, que al final, como todo el mundo, estamos reaprendiendo!)
Oye, ¡pero no penséis que no hacemos autocrítica! En La Colonial de Ultramar sabemos que separar para reciclar es lo mínimo y que todavía tenemos mucho trabajo por hacer desde sustituir los envases que tenemos de plástico hasta cambiar la cinta de embalar por cinta Kraft. Como muchos otros negocios estamos dándole vueltas a cómo reducir nuestra cantidad de residuos y este post, precisamente, es parte de ese proceso.
No queremos, por favor, poner toda la responsabilidad en nuestra clientela y vamos a poner un poco de nuestra parte para favorecer el cambio, por eso durante los próximos meses ofreceremos un 5% de descuento a quien traiga su propio envase y durante el mes de diciembre haremos un 10% de descuento sobre el precio de nuestras latas, porque hay veces que se necesita un empujón (aunque no entendemos como nadie puede resistirse a tener estas monadas de latas en casa).
Ahora ya sí, no hay excusa para dar un pasito más en la reducción de los envases, ¡que no se diga!