Rooibos, todo lo que tienes que saber...
...sobre esta gran bebida que siempre decimos... que no es un té.
El rooibos, no es un té, ya que no proviene de la planta Camellia Sinensis, que es de donde se obtiene. Además, su nombre se otorga a la bebida resultante de infusionar la planta de té, todo lo demás, incluído el rooibos, se consideran tisanas o infusiones.
El rooibos, por tanto, no tiene teína, siendo una de las opciones que mejor se adaptan a nuestros clientes con la tensión alta o el sueño ligero. Pero realmente ¿qué es el rooibos? ¿de dónde proviene?¿cómo se cultiva? Atajamos todas esas dudas en este nuevo artículo de nuestro blog.
¿Qué es el rooibos?
El rooibos es una planta, un arbusto en realidad, de origen sudafricano que en su lengua nativa significa “arbusto rojo”. Esta planta sólo crece en Sudáfrica, cultivada por 350 agricultores. Países como Australia y EEUU (técnicamente California) lo intentaron cultivar pero fracasaron.
El rooibos se recolecta únicamente cuando suben las temperaturas y, normalmente, por trabajadores de países vecinos. La razón de que esta infusión sólo se cultive en una zona se debe a los terrenos ásperos y arenosos que necesita para crecer. Además, Sudáfrica posee unas lluvias invernales de las regiones Westkap y Cederberg, que favorecen el cultivo.
Su cosecha:
La cosecha comienza a principios del verano, termina a principios del otoño y sus flores emergen en octubre, suele durar menos de dos meses. Para elaborar el rooibos, se recolectan las ramas del arbusto y se secan al sol, después se cortan en pequeños trozos y se rocían con agua, así comienza el proceso de oxidación.
Dicho proceso se da en el exterior, provocando que las hojas cambien de color del verde al marrón. Una vez terminada la oxidación al grado adecuado, el rooibos se extiende por el suelo en una capa bastante fina, para que se pueda secar al sol.
Este arbusto puede soportar el calor extremo sin sufrir ninguna consecuencia, ya que sus raíces penetran en lo más profundo (hasta 4 metros por debajo de la superficie), para conseguir alimento y frescor del suelo.
Un poco de historia:
A pesar de consumirse hace siglos, los cultivos se han dado en estos tiempos más recientes. Ya desde el siglo XIX los nativos utilizaban el rooibos como un té por su sabor dulzón y frutal. A mediados de este siglo, un sacerdote de origen alemán de Namibia fundó un pueblo llamado Wupperthal en Sudáfrica.
Durante su estancia allí, unas normas estrictas y una vigilancia constante fueron las responsables del cultivo de rooibos. Esta región se encuentra en medio del desierto entre Cabo y Namibia, a 30 km de la Ciudad del Cabo. Se trata de un paisaje árido que favorece su desarrollo a altas temperaturas.
No es una cosecha sencilla ya que se trata de paisajes que alcanzan los 40 grados con facilidad y bastante áridos. Su recolección se suele hacer cuando se llega a los 45 grados.
El rooibos es rico en antioxidantes y libre de cafeína al no ser un té. Una alta calidad es fácilmente reconocible, se puede identificar por el color rubí, y por un sabor suave, dulce y aromático.
Entre las propiedades del rooibos encontramos un buen aporte de antioxidantes, lo que favorece la protección de la piel y enfermedades cutáneas, así como reducir el estrés metabólico. Cuida el sistema digestivo ya que es un antiespasmódico natural. Posee flúor, calcio y manganeso, componentes que ayudan a la salud de huesos y dientes. Y, por si fuera poco, es un antihistamínico natural, por lo que ayuda a combatir la alergia.
En La Colonial de Ultramar sólo importamos rooibos de alta calidad de cultivo biológico, con un fino tamizado y una minuciosa limpieza. La repetida tamización se efectúa con el fin de conseguir un producto final uniforme y de alta calidad.
Disponemos de dos versiones puras (Rooibos rojo y rooibos verde) y de varias aromatizadas combinadas con frutas, flores y especias que les dan un toque riquísimo. No pierdas la oportunidad de disfrutar de esta infusión sin problemas antes de dormir o durante todo el día.
